miércoles, 22 de enero de 2014

¿El tamaño importa?

Por Flanny, el maricón



Pues claro que sí. Y quien diga que no, miente. Caballo grande. Pero que ande. 

Ahora, ¿de qué tamaño hablamos? Porque no es lo mismo grande en largo que grande en ancho. Como en todo, en el término medio está la virtud. Uno muy largo te hace tope por todos lados -¿sabéis que hay penes que taponan el agujero que une la nariz con la garganta? Yo tampocof, cof, cof-. No se disfruta. Uno muy corto, así, como un plastidecor, no lo notas. Uno muy ancho te desencaja la mandíbula y estás tres días con agujetas y a purés. Y tu madre pregunta y a ver qué le dices. Y uno muy estrecho… Bueno, ¿conocéis el concepto pene-lápiz? Pues eso 

Sin embargo, de todo se puede sacar algo bueno. Os voy a contar un secreto: aquí donde me veis, yo no siempre he sido el maestro amante que soy ahora. De hecho, el sexo oral se me daba un poco de pena. No sabía cómo meterme un pedazo de carne como los que me encontraba en mis encuentros (he tenido mucha suerte, lo reconozco) y trabajarlo cómodamente en mi cavidad bucal. Hasta que me puse a salir con un chaval que la tenía extremadamente pequeña. Tamaño lápiz de labios abierto –las chicas lo tenéis ya claro, los chicos, pues incluso antes-. 


Pues bien, lejos de deprimirme por el tamaño –cosa que, por otro lado, tampoco es para ello, que tenía muchas cosas buenas y tal- el pintalabios me vino muy bien para aprender a hacer grandes felaciones. 

¿Cómo? Pues muy sencillo: como me aburría como una ostra porque me sobraba boca por todas partes, decidí ir improvisando: una succión más fuerte aquí, un lametón más largo allá, un esconder el capullo en el prepucio [si queréis más información, a la Wikipedia, que no tengo espacio] un deep throat sin miedo a ahogarme… Y, oye, ¡resultó ser una fantástica pilila de prácticas! Como unos ruedines para las mamadas, vaya.

Muchos dirán que siendo activo el tamaño del pene del pasivo no me debería importar, pero… ¡También está el sexo oral! Y donde se ponga un pene bonito, grande y bien duro, que se quiten los dedos esmirriaos. Lo siento, en este tema soy tajante. Llámame mamón (que me lo llaman), pero. 


También os digo que hay fórmulas para que vuestro pene parezca más grande. Un recorte de pelo hasta la base del pene (que hay gente a la que el pelo le nace a medio rabo y hace feo), un arreglo del matojo (pero sin eliminar del todo, que parecéis niños), adelgazar unos kilitos (parece más grande, DE VERDAD; y no me paga Naturhouse),… Muchos son los truquitos que los tíos usamos para que nuestro amiguito parezca más grande de lo que es. 

Pero el mejor truco es la seguridad. No os imagináis la de veces que un tío con un rabo normalito se me guarda en la memoria como un pollón gracias a su seguridad. Y su maestría también, que quien está seguro de su polla es más ducho al usarla, esto es así. Que los activos seremos muy activos, pero un tío que nos planta el rabo ante la cara y nos dice que nos amorremos, es un tío que va a acabar pasando a tener un lugar especial en nuestra agenda de contactos.

De hecho, un momentito, que tengo que mandar un par de whatsapps. Para una cosa. 

Total, que sí, que el tamaño importa. Y por el tamaño importa quiero decir que a todo el mundo nos gusta grande. Luego habrá a quién le guste más grande o menos grande, porque luego hay anchos (y largos) que son imposibles. I-M-P-O-S-I-B-L-E-S.

De todos modos, no os preocupéis. Como fundador del miércoles de #fotopene por Line puedo deciros que en Twitter hay de todo, pero predomina lo grande. 

Vamos, que Nacho Vidal no se sentiría muy superior. 

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Perradesatan, al final SEGURO que acabo siendo yo el salidorro. Bueno, como buen maricón :P

      Miguelillo Rodríguez, mucho que me alegro. ¡Vivan los penes grandes!

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